El mercado de bonos del gobierno japonés ha vuelto a capturar la atención de los inversores globales. Este martes, el rendimiento del bono japonés a 10 años alcanzó el 1,595%, el nivel más alto en 16 años, desde 2008. Esta escalada histórica se atribuye a la incertidumbre política ante las elecciones, las promesas de recorte de impuestos y los indicios de un posible cambio en la política del Banco de Japón (BOJ).
Incertidumbre Eleccionaria y Pressiones en el Mercado
En los últimos años, la presión de venta generalmente recaía en los bonos a muy largo plazo. Sin embargo, en esta ocasión, los bonos a 10 años han pasado al centro de atención: estos instrumentos son el barómetro clave para los tipos de interés sobre préstamos hipotecarios y créditos empresariales en Japón. Un aumento de apenas 2,5 puntos básicos puede parecer menor, pero señala un punto de inflexión tras años de rendimientos ultrabajos y moderados por la intervención del BOJ. Las declaraciones recientes del banco central, indicando una reducción en las compras de bonos, han vuelto al mercado más vulnerable y volátil.
La inminente elección de la cámara alta intensifica la incertidumbre política. El primer ministro Shigeru Ishiba promete paquetes de estímulo y recortes de impuestos, mientras que la oposición plantea reducciones de impuestos aún más profundas. Los sondeos sugieren que la coalición gobernante podría perder la mayoría, sembrando dudas sobre la disciplina fiscal y aumentando la volatilidad en el mercado de deuda.
Riesgos Fiscales: ¿Recorte de Impuestos o Mayor Inestabilidad?
Japón ostenta la mayor relación de deuda pública respecto al PIB entre las economías avanzadas. Según Amir Anvarzadeh de Asymmetric Advisors, “los vigilantes del mercado de bonos” ahora miran atentamente a Japón. Tanto oficialistas como opositores prometen recortes fiscales, lo que se ha convertido en una fuente añadida de preocupación para los inversores.
Casi una cuarta parte del presupuesto anual de Japón actualmente se destina a refinanciar deuda previa a tasas bajas. Si el gobierno emite nuevas deudas a tasas más altas, la carga de intereses crecerá considerablemente en los próximos años, incrementando los riesgos para las calificaciones crediticias y la estabilidad financiera global.
Impacto en la Economía Real: Préstamos, Hipotecas y Crecimiento
El aumento de los rendimientos a 10 años afecta directamente las tasas de los préstamos bancarios e hipotecas. Si el avance continúa, los bancos probablemente subirán sus tasas, lo que podría frenar aún más la frágil recuperación económica japonesa. Atsushi Takeda, economista jefe del Itochu Research Institute, advierte que incluso pequeños aumentos en los rendimientos pueden afectar significativamente la demanda de crédito. En abril, la subida de tasas ya había ralentizado el crecimiento del crédito, con tasas hipotecarias en máximos desde 2009.
Autoridades Financieras: Entre la Precaución y la Presión
Los funcionarios japoneses han tomado medidas cautelosas ante la mayor volatilidad. El BOJ ha anunciado la reducción gradual de las compras de bonos, evitando una retirada abrupta. El Ministerio de Finanzas, por su parte, ha disminuido la emisión de bonos a muy largo plazo para limitar costos. Tanto el ministro de Finanzas, Katsunobu Kato, como el gobernador del BOJ, Kazuo Ueda, enfatizan que los rendimientos están siendo determinados ahora por el mercado y no por intervención directa.
El ministro para el Crecimiento Económico, Ryosei Akazawa, sostiene que la mejora fiscal se logrará mediante el crecimiento, pero los mercados siguen reaccionando con cautela ante la falta de un plan claro de disciplina fiscal.
Impacto Global: El Efecto Onda en los Mercados Mundiales
El mercado de deuda japonés, valorado en 7,7 billones de dólares, es el segundo mayor del mundo tras el de Estados Unidos. Su volatilidad tiene implicaciones directas para los mercados de deuda globales. Este martes también se registraron máximos de 25 años en los bonos a 20 y 30 años. Mark Cranfield de Bloomberg recalca que, en el entorno actual, es la política fiscal —y no sólo la monetaria— la que define la dirección de los rendimientos a largo plazo en las economías desarrolladas.
Análisis Profundo de iXbroker: ¿Qué esperar después de las elecciones?
De cara a las elecciones, se espera que la volatilidad continúe. Si el rendimiento a 10 años se acerca al 2% o incluso 3%, podría haber presión para medidas de intervención más enérgicas. Masahiro Kihara, CEO de Mizuho, advierte que ese nivel de rendimiento pondría en grave peligro la sostenibilidad presupuestaria japonesa.
Muchos analistas anticipan una breve pausa de alivio tras las elecciones. Sin embargo, si se materializan los recortes fiscales, podría sobrevenir una nueva ola de ventas en los mercados de bonos. Por ahora, el mercado de bonos japonés sigue en el epicentro del riesgo global, siendo observado de cerca por actores financieros de todo el mundo.