Nueva York, 21 de agosto – Todas las miradas están puestas en Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, antes de su esperado discurso en el simposio económico anual de Jackson Hole este viernes. Se enfrenta a la difícil tarea de equilibrar las preocupaciones por la inflación, la debilidad del mercado laboral y la presión política desde la Casa Blanca.
Con un bajo volumen de operaciones típico de agosto, los inversores advierten que los mercados podrían registrar movimientos bruscos dependiendo del tono de Powell.
El difícil equilibrio de Powell
Los mercados anticipan en gran medida que Powell sugiera un inminente relajamiento monetario, pero la nueva ola de aranceles del presidente Donald Trump ha reavivado los temores inflacionarios. Eso deja a Powell en una posición delicada: un recorte demasiado agresivo podría avivar las presiones de precios, mientras que la cautela excesiva corre el riesgo de debilitar aún más un mercado laboral ya frágil.
“Hay una cuerda floja entre los datos de inflación y lo que ocurre en el mercado de empleo”, dijo Tony Rodriguez, jefe de estrategia de renta fija en Nuveen. “Y si a eso se suma la presión política, que normalmente no existe, la situación se vuelve extremadamente complicada.”
La tensión aumentó aún más cuando Trump pidió el miércoles la dimisión de la gobernadora de la Fed, Lisa Cook, tras acusaciones controvertidas. Cook rechazó la petición, afirmando que “no tiene intención de dejarse intimidar”.
¿Se acercan recortes de tasas?
El débil informe de empleo de julio y las revisiones a la baja de los datos anteriores han reforzado las expectativas de que la Fed reducirá las tasas de interés este año, desde el rango actual del 4,25 %–4,5 %.
Los mercados ya descuentan dos recortes de un cuarto de punto para fin de año. Sin embargo, las esperanzas de una reducción mayor, de medio punto, en la reunión de septiembre se desvanecieron tras el inesperado aumento de los precios mayoristas en julio.
Aunque los consumidores se han visto en gran medida protegidos de un repunte inflacionario generalizado, los inversores permanecen cautelosos sobre la rapidez con que los aranceles de Trump podrían trasladarse a los hogares.
La independencia en el centro del debate
Powell también enfrenta una creciente presión de la administración Trump para aplicar recortes de tasas. Analistas señalan que este último discurso en Jackson Hole, como presidente de la Fed, será una prueba crucial de la independencia del banco central.
“Sería una buena oportunidad para que Powell hable sobre la importancia de la independencia”, dijo Idanna Appio, gestora de cartera en First Eagle Investments. “Con el tiempo, la presión política podría inclinar a la Fed hacia una postura más acomodaticia.”
Riesgos y volatilidad en los mercados
Los estrategas advierten que las palabras de Powell podrían desencadenar movimientos desproporcionados, especialmente en un mercado con poca liquidez durante el verano.
“Estamos a finales de agosto, la liquidez es baja y los mercados son más vulnerables a la volatilidad”, advirtió Rodriguez de Nuveen. “Cualquier matiz inesperado en las declaraciones de Powell podría provocar una fuerte reacción.”
Los inversores ven el mayor riesgo en que Powell frene las expectativas de recortes inminentes de tasas, lo que podría desestabilizar tanto las acciones como los bonos.
“Espero que Powell señale el inicio de un ciclo de recortes en la reunión del 17 de septiembre, lo cual será bien recibido por los mercados”, dijo Michael Arone, estratega jefe de inversiones en State Street. “Pero evitará comprometerse demasiado con la trayectoria futura, dada la incertidumbre sobre los aranceles y la inflación.”
Perspectivas
Con la economía en una encrucijada – crecimiento del empleo en desaceleración pero riesgos inflacionarios aún presentes – el mensaje de Powell desde Jackson Hole será clave para moldear las expectativas del mercado de cara a la reunión de septiembre de la Fed.
Para los inversores, la conclusión es clara: prepárense para la volatilidad.
