Wall Street muestra signos de “AI-nsiedad” a medida que aumentan las preocupaciones sobre si el auge de la inteligencia artificial se dirige hacia una burbuja. Después de meses de fuertes inversiones en centros de datos e infraestructura, junto con la subida de las valoraciones de los actores clave, el debate sobre si los mercados corren el riesgo de repetir excesos pasados se ha intensificado.
El Wall Street Journal destacó recientemente la oleada de gastos en IA, trazando paralelos con la locura de internet y banda ancha de finales de los años 90. Michael Cembalest, estratega de J.P. Morgan, señaló en un informe titulado The Data Center Blob que desde el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022, las acciones relacionadas con la IA han generado el 75 % de los rendimientos del S&P 500, el 80 % del crecimiento de las ganancias y el 90 % del crecimiento del gasto de capital.
advertencias de los inversores
Inversores de alto perfil están lanzando alertas. David Einhorn de Greenlight Capital advirtió sobre “pérdidas de capital masivas”, mientras que GQG Partners difundió una nota titulada Dotcom on Steroids. La firma, que ha mantenido acciones de Nvidia y otros valores vinculados a la IA, dijo que muchas de las principales empresas tecnológicas ahora representan “calidad retrospectiva”, lo que sugiere que las valoraciones han superado las perspectivas de crecimiento realistas.
Una preocupación es que la expansión de la IA esté alcanzando su punto máximo justo cuando los negocios centrales de Big Tech —publicidad digital y servicios en la nube— están madurando. Los analistas proyectan que el crecimiento de ganancias de Alphabet y Meta podría desacelerarse al 6–8 % para 2026. Mientras tanto, la emisión de deuda corporativa para financiar infraestructura de IA ha aumentado, con las empresas tecnológicas recaudando 157 mil millones de dólares este año, un 70 % más que en 2024.
por qué esto puede no ser aún una burbuja
No todos los estrategas coinciden con la narrativa de la burbuja. Deutsche Bank sostiene que los hyperscalers generan flujo de efectivo suficiente para sostener tanto la inversión pesada como la recompra de acciones. Barclays señala que el gasto de Big Tech en relación con los ingresos sigue estando muy por debajo del del sector de telecomunicaciones durante el auge de la fibra óptica hace 25 años.
El actual repunte del S&P 500, de aproximadamente un 80 % en tres años, es fuerte pero no históricamente extremo. Los rendimientos anualizados a cinco años se sitúan en el 16 %, por debajo del ritmo de finales de los 90. Las medidas de volatilidad también se mantienen moderadas, a diferencia de las oscilaciones pronunciadas observadas durante la era de las puntocom.
señales a observar
Los analistas dicen que las condiciones reales de burbuja requerirían ganancias de mercado desbocadas, fervor especulativo y aumento de la volatilidad junto con los precios. Aunque los nombres vinculados a la IA han subido, los índices más amplios se mantienen estables. La oferta de acciones también está contenida: solo 180 mil millones de dólares emitidos este año frente a 1 billón en recompras, limitando el riesgo de exceso de oferta.
Aun así, hay signos de burbujeo en los bordes: acciones de bajo precio vinculadas a criptomonedas, operaciones de crédito privado especulativo y el resurgimiento de acciones meme. Goldman Sachs señala que la volatilidad subyacente de las acciones está aumentando incluso cuando los índices parecen tranquilos, una situación que históricamente ha precedido correcciones repentinas.
perspectivas
Por ahora, el mercado sigue siendo resiliente. El S&P 500 ha evitado incluso una caída del 3 % en casi cinco meses, mientras que el liderazgo rota entre las grandes tecnológicas, la energía y otros sectores. Los pesos pesados de la IA como Oracle, Micron y Broadcom han tenido dificultades a pesar de sólidos resultados, y Nvidia se ha estancado desde julio, lo que sugiere fatiga.
La inclinación de la Reserva Federal hacia tasas más bajas sigue respaldando el sentimiento, aunque los datos recientes de inflación y los comentarios mixtos de la Fed han añadido incertidumbre. Los factores estacionales apuntan a una posible debilidad hasta octubre, pero los objetivos cautelosos de los estrategas para 2025 sugieren que las expectativas ya están moderadas.
Si el auge actual de la IA se convertirá en una burbuja o simplemente marcará otro capítulo del entusiasmo cíclico del mercado sigue siendo una pregunta abierta. Para los inversores, la clave está en distinguir entre el crecimiento estructural y el exceso especulativo antes de que la línea entre ellos se difumine.