La libra esterlina continuó enfrentando dificultades el miércoles, registrando su cuarta caída diaria consecutiva frente al dólar estadounidense. GBP/USD cayó brevemente hacia 1.3300 antes de recuperarse ligeramente hasta la zona de 1.3350, pero aún así cerró la sesión a la baja debido a la persistente presión vendedora sobre el cable.
Con pocos datos del Reino Unido programados para el jueves, se espera que los operadores mantengan la cautela antes de una serie de publicaciones económicas clave el viernes, que incluirán actualizaciones tanto del Reino Unido como de Estados Unidos.
Debilitamiento del sentimiento del mercado global
El sentimiento del mercado global se debilitó el miércoles mientras la administración Trump evaluaba posibles medidas de represalia contra China, tras el reciente movimiento de Pekín para imponer estrictos controles a la exportación de tierras raras.
La Casa Blanca estaría considerando nuevas restricciones a la exportación de software desarrollado en EE.UU., aumentando los temores de que la escalada de tensiones comerciales pueda interrumpir nuevamente los mercados globales.
Aumento de las tensiones entre EE.UU. y China
El presidente estadounidense Donald Trump ya ha suspendido las conversaciones comerciales planificadas con el presidente chino Xi Jinping y ha considerado la posibilidad de imponer un arancel adicional del 155% sobre todas las importaciones chinas. El renovado roce entre las dos mayores economías del mundo ha llevado a los inversores a alejarse de los activos sensibles al riesgo, aumentando la presión sobre la libra.
Atención a los datos del viernes
La atención ahora se centra en las publicaciones de datos del viernes, que podrían inyectar nueva volatilidad en el par. En la sesión de Londres, se esperan los informes de ventas minoristas del Reino Unido y los datos del PMI global de S&P de septiembre, ofreciendo información sobre la fortaleza del gasto del consumidor y la actividad empresarial. Más tarde en el día, los datos del índice de precios al consumidor (CPI) de EE.UU. encabezarán la sesión de Nueva York, proporcionando una de las últimas lecturas de inflación antes de la próxima reunión de política monetaria de la Reserva Federal el 29 de octubre.