Las acciones chinas disfrutan de un fuerte rally en 2025, atrayendo un gran interés tanto de inversores minoristas como institucionales. El índice compuesto de Shanghái alcanzó a principios de este mes su nivel más alto en una década, mientras que el índice Hang Seng de Hong Kong ha subido un 30% desde principios de año, encaminado hacia su mejor desempeño anual desde 2017.
Regreso de los inversores minoristas
Para muchos hogares chinos, las acciones están reemplazando a la propiedad inmobiliaria y los depósitos bancarios como inversión preferida. Hou Yujie, quien dirige una tienda cerca de la Ciudad Prohibida en Pekín, recientemente invirtió el 10% de sus ahorros en el mercado. En pocos días, dijo que ganó el equivalente a un salario mensual. “Las tasas de interés de los depósitos bancarios son tan bajas que ni siquiera quiero intentarlo. Las acciones son un tema candente en este momento”, afirmó.
Los inversores minoristas chinos, que representan alrededor del 90% del volumen de negociación diario según HSBC, siguen siendo muy influyentes. Pero su participación también conlleva riesgos. “En cuanto escucho o siento que el mercado baja, agarro mi dinero y corro por mi vida”, agregó Hou, subrayando la mentalidad especulativa que a menudo alimenta oscilaciones rápidas.
El apoyo político impulsa el optimismo
Los analistas atribuyen el inicio del rally al 24 de septiembre de 2024, cuando los principales funcionarios financieros realizaron una rara rueda de prensa coordinada para presentar medidas destinadas a impulsar la economía y estabilizar los mercados. Un evento mediático similar a principios de esta semana reafirmó el apoyo de Pekín, con los reguladores destacando la “ampliación del círculo de amigos” con el regreso de los fondos extranjeros.
“Los responsables de las políticas sintieron que necesitaban hacer algo para reenfocar el trabajo del gobierno en el crecimiento económico en lugar de minimizar riesgos”, dijo Hao Hong, director de inversiones en Lotus Asset Management.
Ark Investment Management, de Cathie Wood, reabrió posiciones en Alibaba por primera vez en cuatro años, señalando una renovada confianza extranjera. Los reguladores también han instruido a aseguradoras y fondos respaldados por el Estado a aumentar su exposición a acciones con el fin de profundizar los mercados de capital y convertirlos en un depósito de riqueza a largo plazo.
Factores estructurales y riesgos
El sentimiento se ha visto favorecido por la reducción de las tensiones comerciales entre EE. UU. y China y el optimismo en torno a los avances de China en inteligencia artificial, semiconductores y drones. Sin embargo, la confianza de los hogares sigue siendo frágil tras una década marcada por un colapso importante del mercado bursátil y una desaceleración continua del sector inmobiliario.
“Muchos inversores minoristas todavía creen que es un juego de azar. Es un casino. Nadie cree que sea una inversión a largo plazo”, dijo Hong.
Con el aumento del papel del dinero institucional, Pekín espera cambiar esta percepción. Pero por ahora, el mercado sigue siendo impulsado por minoristas, lo que lo hace vulnerable a fuertes retrocesos si el impulso se detiene.