El oro ha sido el protagonista durante la Semana de los Metales de Londres (LME Week), con precios que han subido alrededor del 60 % desde comienzos del año. Este notable repunte ha sido impulsado por la creciente incertidumbre comercial mundial, las tensiones geopolíticas, las dudas sobre la estabilidad fiscal de Estados Unidos y la preocupación por la independencia de la Reserva Federal.
Según Ewa Manthey, estratega principal de materias primas en ING, el inicio de un ciclo de flexibilización monetaria por parte de la Fed ha incrementado la demanda de oro, un activo sin rendimiento que se beneficia cuando las tasas de interés bajan.
Manthey destacó que el repunte ha sido impulsado principalmente por una fuerte demanda física, ya que tanto los bancos centrales como los inversores privados han acumulado oro a niveles récord durante 2025.
El oro cae tras un rally histórico
Tras varias semanas de subidas consecutivas y máximos históricos, el oro sufrió su mayor caída semanal en 12 años. Manthey señaló que la corrección sugiere que “el impulso se había sobreextendido”.
La venta masiva fue provocada por una combinación de factores: toma de ganancias en los metales preciosos, menor demanda estacional después de Diwali, nuevo optimismo en torno a las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China y la incertidumbre relacionada con el cierre del gobierno estadounidense. Un dólar más fuerte también añadió presión bajista.
“Este retroceso subraya el riesgo de que el rally haya superado los fundamentos subyacentes”, dijo Manthey.
Perspectiva sigue siendo positiva a pesar de la corrección
A pesar de la fuerte corrección, ING mantiene una visión positiva a medio plazo para el oro. Manthey señaló que la demanda de los bancos centrales sigue siendo estructuralmente sólida, y se ha acelerado desde la invasión rusa de Ucrania en 2022.
“Las compras de oro por parte de los bancos centrales están impulsadas por el temor a sanciones similares a las impuestas a Rusia y por un cambio estratégico en la gestión de las reservas de divisas”, explicó.
El banco central de Polonia ha sido el mayor comprador del año y anunció recientemente su intención de aumentar la proporción de oro en sus reservas del 21 % al 30 %.
Los fondos cotizados (ETF) también han desempeñado un papel clave en el apoyo al repunte. Según el Consejo Mundial del Oro, las entradas en ETF durante septiembre igualaron el volumen total de las compras de los bancos centrales en el primer trimestre. Manthey indicó que, dado que las tenencias de ETF aún están por debajo de su máximo de 2022, todavía hay margen para más acumulación.
“Si bien es probable que la volatilidad a corto plazo persista, los riesgos a la baja deberían ser limitados”, añadió. “Las tensiones geopolíticas, las compras continuas de los bancos centrales y la expectativa de una mayor flexibilización monetaria deberían proporcionar un suelo sólido para los precios. Por ahora, la caída del oro parece una corrección saludable dentro de una tendencia aún positiva.”