Drive Capital devolvió 500 millones de dólares a sus inversionistas, confirmando su éxito tras una crisis interna.
La firma de capital de riesgo Drive Capital, con sede en Columbus, Ohio, logró transformar una crisis interna en una oportunidad estratégica. Tras la salida de uno de sus fundadores, la empresa se enfocó en salidas realistas y una estrategia de inversión más focalizada, devolviendo 500 millones de dólares a sus inversionistas en solo una semana. Este rendimiento poco común fuera de Silicon Valley confirma que la resiliencia, combinada con una visión clara, puede generar éxitos tangibles.
Una separación fundacional: ¿ruptura o renovación?
En 2022, Drive Capital enfrentó un punto de inflexión cuando sus cofundadores — Chris Olsen y Mark Kvamme, ambos ex socios de Sequoia Capital — decidieron tomar caminos distintos. Esta separación tomó por sorpresa a los inversionistas. Mientras Kvamme fundó el Ohio Fund, un vehículo de inversión enfocado en el desarrollo económico estatal, Olsen asumió en solitario la dirección de Drive Capital e inició una profunda transformación estratégica.
500 millones de dólares devueltos en una semana
En mayo de 2025, Drive Capital sorprendió al devolver 500 millones de dólares a sus inversionistas en solo una semana. Esta operación incluyó 140 millones de dólares en acciones de Root Insurance, además de las desinversiones en Thoughtful Automation (una compañía de automatización sanitaria con IA) y otra empresa cuyo nombre no fue revelado.
En un mercado con restricciones de liquidez, esta maniobra es poco común y poderosa.
«Que yo sepa, ningún otro fondo de capital riesgo ha logrado recientemente este nivel de liquidez», declaró Chris Olsen a TechCrunch.
Una estrategia realista alejada de las «unicornio»
A diferencia de muchos fondos en Silicon Valley que persiguen resultados multimillonarios con «unicornios» (empresas valoradas en mil millones de dólares) y «decacornios» (valoraciones de diez mil millones), Olsen adoptó un enfoque más pragmático.
«Todo el mundo habla de salidas de 50 o 100 mil millones, pero en realidad esos casos son extremadamente raros. En los últimos 20 años, solo ha habido 12 salidas en EE.UU. que superaron los 50 mil millones», explicó.
En contraste, ha habido más de 127 ofertas públicas iniciales por encima de los 3 mil millones, junto con cientos de fusiones y adquisiciones a ese nivel. Por eso Drive Capital se enfoca en lograr resultados más frecuentes y alcanzables.
Thoughtful Automation: una salida menor a mil millones pero estratégica
Un ejemplo es la venta de Thoughtful Automation a la firma de capital privado New Mountain Capital, que la integró con dos empresas más para formar Smarter Technologies.
Aunque la transacción fue por menos de mil millones de dólares, Olsen indicó que fue «casi suficiente para devolver un fondo completo», demostrando el impacto financiero significativo.
El secreto radica en la alta participación accionaria. Drive Capital poseía alrededor del 30 % de la empresa, frente al 10 % promedio de los fondos tradicionales, gracias a ser el único inversionista principal en varias rondas.
Un modelo basado en la concentración de participaciones
La fortaleza de Drive Capital radica en su capacidad para mantener participaciones significativas en sus compañías de cartera. Al actuar frecuentemente como único inversionista en varias rondas, evita la dilución y maximiza el impacto financiero en las salidas.
Este modelo también permite un acompañamiento más directo y efectivo a las startups, además de fortalecer la gobernanza.
Ohio Fund: otro camino, un objetivo compartido
Por su parte, Mark Kvamme fundó Ohio Fund, un fondo más diversificado que incluye inversiones en bienes raíces, infraestructura, manufactura y tecnología. Aunque sus trayectorias divergen, Drive Capital y Ohio Fund comparten la meta común de impulsar el desarrollo económico en Ohio y el Medio Oeste estadounidense.
Conclusión: estabilidad a través de la estrategia
La historia reciente de Drive Capital demuestra cómo una crisis interna puede convertirse en un trampolín estratégico. Con metas alcanzables, alta participación accionaria y una gestión rigurosa, el fondo ha probado que es posible sobresalir fuera del modelo Silicon Valley. La devolución de 500 millones a sus inversionistas es más que un logro financiero: es la validación de un modelo alternativo, sólido y replicable.