El yen japonés (JPY) se mantuvo estable frente al dólar estadounidense (USD) el martes, con el par USD/JPY mostrando movimientos limitados a pesar de un dólar más débil, mientras los inversores sopesaban señales mixtas del mercado laboral estadounidense y la postura cautelosa del Banco de Japón (BoJ).
Al momento de escribir, el USD/JPY se mantiene alrededor del nivel de 154,00 tras un inicio de sesión volátil que llevó brevemente al par a un nuevo máximo de nueve meses cerca de 154,50 antes de retroceder.
Este retroceso siguió a datos decepcionantes de empleo en EE. UU., lo que reforzó los signos de un enfriamiento del mercado laboral y alimentó las expectativas de que la Reserva Federal (Fed) podría acercarse a un alivio de política en los próximos meses.
Datos laborales débiles en EE. UU. refuerzan expectativas de recorte de tasas de la Fed
Datos recientes de ADP revelaron que Estados Unidos perdió un promedio de 11,250 empleos en el sector privado en las cuatro semanas que terminaron el 25 de octubre, frente a 14,250 en el período anterior.
La cifra débil intensificó las preocupaciones sobre la desaceleración del impulso del mercado laboral, fortaleciendo la visión de que la Fed pronto podría necesitar actuar para apoyar el crecimiento económico. Según la herramienta CME FedWatch, los operadores ahora estiman una probabilidad del 70 % de un recorte de tasas en diciembre, frente al 62 % del día anterior.
El índice del dólar estadounidense (DXY), que sigue el desempeño del dólar frente a una cesta de seis monedas principales, se mantiene cerca de 99,40, su nivel más bajo en dos semanas, marcando cinco sesiones consecutivas de caída.
Señales de política en Japón destacan la fragilidad económica
En Japón, los comentarios del ministro de Economía Yoshitaka Kiuchi a primera hora del martes subrayaron la renovada preocupación del gobierno por el impacto negativo de un yen débil y la elevada inflación.
Kiuchi señaló que las autoridades buscan lograr un crecimiento salarial superior a la inflación, al tiempo que implementan nuevas medidas para mitigar la carga de los precios más altos sobre los hogares. Reconoció que la depreciación del yen ha aumentado los costos de importación y que la inflación persistente sigue afectando el consumo privado.
El gobierno también está finalizando un nuevo paquete de estímulo enfocado en el crecimiento, que se espera sea anunciado el 21 de noviembre. Según se informa, el plan insta al BoJ a priorizar la expansión económica sostenible junto con su objetivo de estabilidad de precios.
Mientras tanto, un asesor principal de la primera ministra Sanae Takaichi advirtió sobre aumentos de tasas prematuros, argumentando que un endurecimiento de la política demasiado pronto podría amenazar la aún frágil recuperación económica de Japón.