El Banco de Japón (BoJ) mantuvo el jueves su tasa de interés a corto plazo de referencia en un rango de 0,4 % a 0,5 %, marcando su sexta reunión consecutiva sin un ajuste de política. La decisión, ampliamente anticipada, extiende el enfoque cauteloso del banco central hacia el endurecimiento de la política, mientras equilibra el crecimiento económico y el objetivo de inflación del 2 %.
BoJ extiende la pausa de política por sexta reunión consecutiva
El BoJ reiteró que las tasas de interés reales permanecen «significativamente bajas» y que cualquier aumento futuro dependerá de la evolución de la economía y los precios según las proyecciones. La declaración de política enfatizó que la política monetaria continuará siendo llevada a cabo «de manera apropiada» con el objetivo de alcanzar el objetivo de inflación del 2 % de manera sostenible y estable.
Los miembros de la junta Hajime Takata y Naoki Tamura disentieron de la decisión de la mayoría, proponiendo un aumento de la tasa a corto plazo objetivo de 0,5 % a 0,75 %. Takata argumentó que Japón ha salido en gran medida de su fase deflacionaria, sugiriendo que el objetivo de estabilidad de precios se ha «logrado más o menos».
Tamura advirtió que los riesgos de inflación se inclinan al alza y que la política debería acercarse a una tasa neutral. Ambas propuestas fueron rechazadas por mayoría de votos.
Perspectivas de inflación estables; previsiones del PIB apenas cambiadas
Según el informe trimestral de perspectivas del BoJ, el banco central espera que la inflación subyacente de los consumidores se estanque temporalmente antes de aumentar gradualmente, alcanzando niveles generalmente consistentes con el objetivo del 2 % entre los años fiscales 2025 y 2027. El informe señaló que el impacto de la volatilidad del tipo de cambio sobre los precios se ha intensificado a medida que las empresas se han vuelto más activas en aumentar tanto precios como salarios.
La previsión mediana del BoJ para el PIB real de Japón se mantiene en +0,7 % para los años fiscales 2025 y 2026, sin cambios respecto a las proyecciones de julio, y +1,0 % para 2027. La previsión mediana del IPC subyacente permanece en +2,7 % para el año fiscal 2025, +1,8 % para 2026 y +2,0 % para 2027.
Los riesgos para la perspectiva económica se describieron como «sesgados a la baja», mientras que los riesgos de inflación se consideraron «aproximadamente equilibrados». El BoJ citó la persistente incertidumbre global, incluyendo tensiones en la política comercial, fluctuaciones en los precios de las materias primas y los posibles efectos de la expansión fiscal en EE. UU. y Europa.
BoJ advierte sobre riesgos globales y volatilidad del tipo de cambio
La evaluación de riesgos del BoJ subrayó la incertidumbre continua en torno a la economía global, particularmente respecto al momento y la magnitud de posibles desaceleraciones derivadas de los aranceles estadounidenses y la desaceleración del crecimiento de China. El banco central señaló que los desarrollos en la política comercial global podrían alterar la trayectoria a largo plazo de la globalización e impactar la economía japonesa orientada a las exportaciones.
Los funcionarios también destacaron que las fluctuaciones de divisas ahora ejercen una mayor influencia en los precios internos, dada la evolución del comportamiento de fijación de precios de las empresas japonesas. Los responsables políticos enfatizaron la necesidad de vigilancia al monitorear cómo la incertidumbre de la política comercial podría afectar tanto la estabilidad del mercado como la dinámica de la inflación.
Reacción del mercado: USD/JPY rebota hacia 153,00
En la reacción inmediata del mercado, el USD/JPY subió bruscamente para desafiar el nivel de 153,00 antes de ceder ligeramente a 152,80, con un aumento de 0,11 % en el día al momento de escribir. El movimiento reflejó la decepción de los inversores ante el tono cauteloso del BoJ y la falta de una señal clara de un aumento inminente de la tasa, reforzando el soporte a corto plazo para el dólar estadounidense.
Antecedentes: los mercados habían anticipado la estabilidad
Antes de la decisión, los inversores esperaban ampliamente que el BoJ mantuviera su postura sin cambios mientras esperaba la orientación del nuevo gabinete del primer ministro Sanae Takaichi.
Los analistas señalaron que la preferencia del gobierno por una política fiscal laxa podría retrasar un mayor endurecimiento monetario. Una encuesta de Reuters indicó que el 60 % de los economistas aún espera un aumento de la tasa a 0,75 % antes de fin de año, aunque la probabilidad de un movimiento en octubre según los precios de mercado había caído del 68 % al 24 % en un mes.
La inflación persistente de Japón —el IPC general subió al 2,9 % en septiembre desde 2,7 %— sigue desafiando la inclinación prudente del BoJ. El aumento de la inflación en el sector servicios y el crecimiento salarial apoyan los argumentos a favor de una normalización adicional, pero el gobernador Kazuo Ueda sigue siendo cauteloso sobre un endurecimiento prematuro ante los riesgos externos.
Desde un punto de vista técnico, USD/JPY enfrenta resistencia cerca de 153,20, con una declaración cautelosa del BoJ que podría empujar el par hacia máximos de ocho meses alrededor de 153,25 e incluso al nivel de febrero de 154,80. Por el contrario, cualquier indicio de un aumento cercano de la tasa o de disidentes adicionales podría fortalecer al yen, llevando el USD/JPY de regreso hacia la zona de 151,50.
