El crudo West Texas Intermediate (WTI) extendió sus ganancias el jueves por la mañana, cotizando alrededor de 60,10 $ durante la sesión asiática, su nivel más alto en casi dos semanas. El repunte sigue a una nueva ola de sanciones estadounidenses impuestas a las principales compañías petroleras rusas, aumentando las preocupaciones sobre una mayor restricción de la oferta global.
Según un informe de Reuters, la administración estadounidense bajo el presidente Donald Trump ha sancionado a los principales productores de petróleo rusos, acusando a Moscú de no tomar medidas significativas para poner fin a la guerra en Ucrania. Se espera que estas medidas limiten las exportaciones de crudo ruso a los mercados internacionales, generando una posible escasez de suministro y elevando los precios.
El anuncio se produjo solo un día después de la suspensión de los planes para una cumbre de alto nivel entre Trump y el presidente ruso Vladimir Putin. El secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, dijo que las sanciones se dirigen específicamente a Lukoil y Rosneft, dos de las mayores empresas energéticas de Rusia.
“Dado que el presidente Putin se niega a poner fin a esta guerra sin sentido, el Tesoro está sancionando a las dos mayores compañías petroleras de Rusia que financian la máquina de guerra del Kremlin”, declaró Bessent.
Además de las tensiones geopolíticas, las señales de una mayor demanda también han respaldado los precios del crudo. Los datos de la Administración de Información Energética de EE. UU. (EIA) mostraron que las existencias de crudo en EE. UU. cayeron en 961,000 barriles para la semana que terminó el 17 de octubre, en comparación con un aumento de 3,524 millones de barriles la semana anterior. Los analistas habían previsto un incremento de alrededor de 1,8 millones de barriles.
Sin embargo, los analistas advierten que el impulso alcista podría verse limitado por las preocupaciones sobre el exceso de oferta. La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEC+) continúan con los aumentos de producción planificados, una política que podría conducir a un superávit en el mercado este año y el próximo. La Agencia Internacional de Energía (IEA) proyectó recientemente un exceso global de casi 4 millones de barriles por día para 2026.