El índice del dólar estadounidense (DXY) extendió su caída por cuarta sesión consecutiva el viernes, acercándose al nivel de 98,00 durante las horas de negociación asiáticas. El dólar sigue bajo presión debido al prolongado cierre del gobierno estadounidense, al aumento de las apuestas por nuevos recortes de tasas de la Reserva Federal (Fed) y a las renovadas tensiones comerciales entre EE.UU. y China, lo que afecta la confianza de los inversores.
El cierre federal en curso en EE.UU.—que ya alcanza el día 16—se espera que se prolongue hasta la próxima semana, retrasando la publicación de indicadores económicos clave que podrían influir en las decisiones de política futura. El Senado rechazó nuevamente el jueves una propuesta liderada por los republicanos para extender la financiación temporal, marcando el décimo intento fallido de desbloquear la situación.
El estancamiento prolongado continúa afectando la confianza del mercado y aumenta la creciente incertidumbre en torno a la economía estadounidense.
Mayor presión sobre el dólar con apoyo a recortes de tasas
La presión sobre el dólar aumentó después de que el gobernador de la Fed, Christopher Waller, señalara su apoyo a otro recorte de tasas en la reunión de política de este mes, reforzando las expectativas de una postura más moderada. El nuevo gobernador de la Fed, Stephen Miran, expresó un sentimiento similar, abogando por un camino de recortes de tasas más pronunciado en 2025 que el proyectado actualmente por sus pares.
Mientras tanto, el Beige Book de la Fed destacó los crecientes vientos en contra económicos, citando aumentos en despidos y debilitamiento del gasto del consumidor entre los hogares de ingresos medios y bajos.
Tensiones comerciales entre Washington y Beijing acentúan el tono bajista
Las tensiones entre Washington y Beijing añadieron un tono bajista adicional. El representante comercial de EE.UU., Jamieson Greer, y el secretario del Tesoro, Scott Bessent, criticaron duramente la decisión de China de endurecer las restricciones a las exportaciones de tierras raras, calificando la medida como «coacción económica» y «una captura del poder de la cadena de suministro global».
Bessent advirtió que “si China quiere ser un socio poco confiable para el mundo, entonces el mundo tendrá que desvincularse.” A pesar de la retórica dura, ambos funcionarios reconocieron que aún no está claro si Beijing implementará completamente los controles de exportación anunciados la semana pasada, según un informe de la BBC.