El sector de servicios de EE. UU. se estancó en septiembre, con el índice ISM de servicios descendiendo de 52,0 en agosto a 50,0, por debajo de las expectativas del mercado de 51,7. Esta cifra refleja una fuerte desaceleración de la actividad empresarial, dejando el índice en su nivel más débil desde julio.
Detalles del informe
El índice de empleo aumentó ligeramente hasta 47,2 desde 46,5, pero se mantuvo en contracción por cuarto mes consecutivo, subrayando la debilidad persistente del mercado laboral. El índice de precios pagados subió ligeramente hasta 69,4 desde 69,2, lo que indica que las presiones inflacionarias siguen siendo altas.
“El nivel del ISM de servicios de septiembre volvió a cifras muy similares a las de mayo y julio, con debilidad en la actividad empresarial y continuidad de la debilidad en el empleo”, dijo Steve Miller, presidente del Comité de Encuesta de Negocios de Servicios de ISM. Añadió que el empleo sigue bajo presión debido a los retrasos en la contratación y la dificultad para encontrar personal cualificado.
Reacción del mercado
El dólar estadounidense volvió a estar bajo presión tras la publicación. El índice del dólar estadounidense (DXY) bajó un 0,2 % hasta 97,67, ampliando las pérdidas registradas a principios de semana mientras los mercados reajustaban sus expectativas sobre la política de la Fed.
El par EUR/USD se mantiene por encima del nivel de 1,0700, aunque las ganancias son limitadas, ya que los inversores ponderan las implicaciones de la desaceleración de la actividad de servicios en EE. UU. frente a los datos mediocres de la zona euro.
Contexto general
La publicación del ISM de este mes tiene una importancia añadida, ya que el cierre del gobierno de EE. UU. ha retrasado las estadísticas oficiales del mercado laboral, incluido el informe de nóminas no agrícolas de septiembre. Por ello, los participantes del mercado otorgan mayor peso a encuestas del sector privado como ISM y ADP para evaluar la trayectoria de la economía.
A principios de semana, el ISM manufacturero mostró una mejora de 48,7 a 49,1, pero el índice sigue en contracción. En conjunto, las últimas cifras destacan una disminución del impulso económico en EE. UU., reforzando las apuestas del mercado de que la Reserva Federal podría considerar medidas de flexibilización adicionales en las próximas reuniones.
