Las tensiones comerciales bajo la administración de Donald Trump parecen destinadas a intensificarse, con varios factores clave que señalan una mayor escalada. Mercados boyantes, una economía estadounidense resiliente, aumento de los ingresos aduaneros, respuestas limitadas de los socios comerciales y una política interna favorable sugieren que el conflicto comercial podría profundizarse, reduciendo la producción global en 0.7 puntos porcentuales a mediano plazo.
Condiciones de mercado que permiten tomar riesgos
Con las acciones estadounidenses en máximos históricos, Trump enfrenta menos presión para evitar políticas impopulares. La preocupación de los mercados de capital por ventas masivas debido a tensiones comerciales se ha mitigado por el llamado «put de Trump», que sugiere que cualquier caída será seguida por intervención. Los inversores están cada vez menos afectados por anuncios comerciales, viéndolos como la «nueva normalidad». Esta complacencia, junto con la baja volatilidad del mercado financiero, aumenta el riesgo de una mayor escalada comercial, ya que los altos aranceles ya no se consideran medidas extraordinarias.
Resiliencia de la economía estadounidense
La economía estadounidense sigue siendo sólida, con un repunte en el crecimiento del PIB en el segundo trimestre y proyecciones optimistas para el tercero. A pesar de un pronóstico de crecimiento revisado para 2025, la economía estadounidense superará a muchas economías avanzadas. Aunque los aranceles impuestos durante la guerra comercial son más altos que en décadas anteriores, aún no han causado un daño económico significativo. El impacto inflacionario de estos aranceles también ha sido más lento de lo previsto, permitiendo que la economía estadounidense continúe creciendo.
Aumento de los ingresos aduaneros beneficia el presupuesto
El gobierno estadounidense ha registrado un aumento significativo en los derechos aduaneros, alcanzando un récord de 66 mil millones de dólares en el segundo trimestre, frente a un promedio de menos de 7 mil millones en años anteriores. Estos ingresos ayudan a compensar el creciente déficit presupuestario, estimado en 5.4% del PIB en 2025, reduciendo los incentivos para suavizar las políticas arancelarias.
Respuestas limitadas y bilaterales de los socios comerciales
Aunque muchos países han sido amenazados con aranceles de represalia, solo China y Canadá han respondido significativamente con contramedidas. Otros, como la UE y el Reino Unido, han sido cautelosos para evitar interrumpir las cadenas de suministro globales o escalar las tensiones. En cambio, han invertido más de 1 billón de dólares en EE. UU., reducido aranceles a importaciones estadounidenses y facilitado el acceso a sus mercados. Este enfoque bilateral en las negociaciones comerciales otorga a EE. UU. una ventaja competitiva, ya que los socios evitan medidas multilaterales que podrían empeorar la situación.
Política interna apoya la escalada
La aprobación de Trump entre los votantes republicanos sigue siendo alta, aliviando las preocupaciones sobre pérdidas en las elecciones de mitad de mandato de 2026. Con un capital político fortalecido por legislación reciente, Trump puede continuar su guerra comercial sin una oposición interna significativa. El apoyo de su base le permite perseguir políticas comerciales agresivas sin las restricciones políticas habituales.
Impacto de los aranceles crecientes en la economía global
Los derechos aduaneros promedio de EE. UU. han alcanzado su nivel más alto en décadas, situándose en 18.6%, frente al 2.5% en 2024 y 1.5% en 2016. Aunque no han alcanzado el 30% de la era del «Día de la Liberación», están en niveles no vistos desde los años 30. Esta escalada tiene consecuencias globales, con estimaciones que predicen una reducción de 0.7 puntos porcentuales en la producción global a mediano plazo. EE. UU. enfrentará un impacto ligeramente mayor, mientras que la UE experimentará un efecto más moderado. Como resultado, los pronósticos de crecimiento global han sido revisados a la baja, destacando los efectos en cadena del conflicto comercial.
Resumen
La guerra comercial de EE. UU. bajo Trump está lista para escalar debido a mercados boyantes, una economía resiliente, aumento de ingresos aduaneros, respuestas limitadas de socios y una política interna favorable. La producción global probablemente disminuirá en 0.7% a mediano plazo, con un impacto ligeramente mayor en EE. UU. Con respuestas comerciales mayormente bilaterales, EE. UU. mantiene una posición fuerte, lo que podría llevar a aumentos continuos de aranceles y disrupciones económicas globales.