Por el equipo de analistas de iXbroker
La escena es insólita incluso para los estándares de la política estadounidense: el presidente Donald Trump, acompañado de sus colaboradores más cercanos, realizó una visita inesperada a la sede central de la Reserva Federal (Fed) en Washington DC. Aunque el viaje se justificó oficialmente como una inspección al discutido proyecto de renovación —cuyos costes ya se disparan hasta los 2.500 millones de dólares—, la visita es leída por los mercados como un símbolo de creciente presión política sobre el presidente de la Fed, Jerome Powell, y, a la vez, como un cuestionamiento directo a la independencia del banco central más influyente del mundo.
Un gesto presidencial cargado de señales políticas
No es común ver a un presidente estadounidense recorrer los pasillos de la Fed. Esta visita, cuidadosamente coreografiada, se produce tras semanas de críticas punzantes de Trump y de su secretaria del Tesoro, Bessent, contra la gestión de Powell. Trump ha sido claro: “En ocho meses, Powell no estará en la Fed”, advirtió, mientras Bessent adelantó que la administración podría proponer un nuevo presidente para diciembre o enero.
Aunque la destitución inmediata de Powell parece improbable, la presión va en aumento, tanto desde la Casa Blanca como desde la reciente incorporación de leales de Trump en la Comisión Nacional de Planificación (NCPC), que ahora debe supervisar el millonario proyecto de renovación. Los sobrecostos, atribuidos a asbesto y contaminación imprevista, se han transformado en un campo de batalla político.
Renovación millonaria: símbolo de disputa por la independencia de la Fed
Las sedes históricas de la Fed no han experimentado reformas integrales desde los años 30. Jerome Powell defiende la total transparencia presupuestaria en el proyecto, pero figuras cercanas a Trump, como James Blair (subjefe de gabinete), Russell Vought (Director de Presupuesto) y Bill Pulte (Director de la Agencia Federal de Vivienda), cuestionan los crecientes gastos y exigen acceso a todos los planes modificados desde 2021.
Durante la visita, estos funcionarios solicitaron información detallada de cada etapa y Pulte incluso grabó un video frente al edificio, denunciando el proyecto como “sumamente preocupante”. Así, la lucha por la renovación es ya excusa de una batalla mayor: el futuro y la autonomía de la Reserva Federal.
Powell, asediado por presiones políticas multifacéticas
Más allá del escándalo de la renovación, Powell enfrenta crecientes pedidos de auditorías internas desde el Congreso, donde algunos legisladores llegan a sugerir cambios legales sobre la Ley de la Fed de 1913. Aunque la destitución formal parece lejana, la autonomía del regulador monetario está en entredicho. Bessent acusa a la Fed de “desviarse de su misión original” y funcionarios del gobierno no descartan investigaciones del Departamento de Justicia.
Todo esto sucede a las puertas de la próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), en un entorno donde los mercados aguardan definiciones sobre los tipos de interés en medio de un clima político sin precedentes.
iXDeep: Análisis de impactos en los mercados
La presión política sobre la Fed ya resuena en los mercados globales, elevando volatilidad y riesgos.
Mercado Forex:
El dólar estadounidense (USD) muestra volatilidad creciente. En el corto plazo, la búsqueda de refugio podría sostener el billete verde, pero cualquier percepción de erosión en la independencia de la Fed abriría la puerta a un debilitamiento estructural. Las principales parejas (EUR/USD, USD/JPY, GBP/USD) pueden experimentar movimientos abruptos ante cada nuevo episodio político o decisión de la Fed.
Criptomonedas:
La incertidumbre institucional suele alimentar la narrativa pro-cripto. Bitcoin, Ethereum y otros grandes tokens pueden ver incrementos de precio y operaciones especulativas si persiste el clima político tóxico, ya que los inversores buscan activos alternativos e independientes.
Acciones y bonos:
La volatilidad política podría traducirse en caídas bursátiles, especialmente en el sector financiero, mientras las tasas de los bonos estadounidenses tienden al alza ante expectativas de desconfianza y cambios en la política monetaria. El oro y los valores refugio ganan atractivo en el escenario actual.
Conclusión:
Recomendamos máxima cautela a los inversores: el dólar, los bonos del Tesoro y el universo cripto permanecerán altamente sensibles al pulso político entre la Casa Blanca y la Fed.