Los inversionistas aprobaron la negociación del token WLFI, lo que podría generar impactos políticos y financieros significativos.
Tras una votación entre los tenedores del token WLFI, uno de los criptoactivos más controvertidos —vinculado directamente al presidente estadounidense Donald Trump— ha comenzado a cotizar libremente en los mercados. Una decisión que podría transformar el panorama de las criptomonedas e influir en la fortuna del propio presidente.
Un token político llega al mercado abierto
El token WLFI, nativo del proyecto World Liberty Financial, ahora es un activo negociable, tras la aprobación de sus primeros inversionistas. Anteriormente, el token otorgaba derechos de gobernanza dentro del proyecto, pero ahora puede comprarse y venderse libremente en plataformas de intercambio, abriendo la puerta a la especulación y a la fijación de precios por parte del mercado.
Antecedentes: el lanzamiento de WLFI por la familia Trump
World Liberty Financial fue lanzado en el otoño pasado por la familia Trump y sus socios, como parte de su incursión estratégica en el ámbito de las finanzas descentralizadas (DeFi). Además de WLFI, el proyecto emitió una moneda estable (stablecoin), aunque WLFI ha sido el foco principal de atención. Según informes, alrededor del 75% de los ingresos por la venta inicial del token fueron destinados a la familia Trump.
El atractivo del nombre Trump entre los inversionistas
Muchos de los primeros compradores del token WLFI apostaron por él principalmente por su asociación directa con Donald Trump. Su fama y su influencia política fueron consideradas como factores que podrían impulsar el valor del token. Ahora que es negociable en el mercado, esas expectativas podrían materializarse.
Se desconoce la cantidad exacta en manos de Trump
No se ha divulgado información oficial sobre la cantidad de tokens WLFI que posee Donald Trump o su familia. Sin embargo, diversas fuentes sugieren que aún conservan una parte significativa. Un aumento en el valor del token podría traducirse en importantes beneficios económicos para ellos.
Críticas políticas y dilemas éticos
El proyecto World Liberty Financial ha sido objeto de duras críticas por parte de legisladores demócratas y entidades de supervisión ética. La senadora Elizabeth Warren y la congresista Maxine Waters enviaron una carta a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) advirtiendo sobre un conflicto de intereses sin precedentes, dado que la administración de Trump está involucrada activamente en la definición del marco regulador de las criptomonedas.
Ambigüedad legal en torno al WLFI
Hasta ahora, la SEC no ha clasificado a WLFI como un valor bursátil, lo cual significa que no está sujeto a las estrictas regulaciones que se aplican a acciones u otros instrumentos financieros. Esta falta de claridad legal genera preocupación sobre la transparencia y el control regulatorio, especialmente en proyectos vinculados a figuras políticas de alto perfil.
La postura de la Casa Blanca: no hay conflicto de interés
En respuesta a las críticas, la Casa Blanca ha declarado que los activos digitales del presidente están bajo un fideicomiso administrado por sus hijos y que él no tiene control directo sobre ellos. Sin embargo, los detalles de esta estructura fiduciaria no han sido revelados públicamente. Reportes indican que Trump es el único beneficiario del fideicomiso, lo que le permitiría acceder a los ingresos derivados del proyecto en cualquier momento durante o después de su mandato.
¿Qué futuro le espera a WLFI: crecimiento o presión regulatoria?
Con el token WLFI ya en circulación abierta, el ecosistema cripto observa con atención su evolución. Mientras algunos lo ven como una oportunidad de expansión y adopción masiva, otros advierten sobre posibles sanciones regulatorias y cuestionamientos éticos. Lo cierto es que la línea entre la política y la tecnología blockchain es cada vez más difusa.