Donald Trump anuncia un arancel del 50 % sobre el cobre importado a partir del 1 de agosto, alegando motivos de seguridad nacional.
El gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, anunció la imposición de un arancel del 50 % sobre las importaciones de cobre a partir del 1 de agosto de 2025. La medida, basada en una evaluación de riesgos para la seguridad nacional, provocó reacciones inmediatas en los mercados globales.
Una decisión basada en la seguridad nacional
El presidente Donald Trump declaró oficialmente el miércoles que Estados Unidos aplicará un arancel del 50 % sobre todas las importaciones de cobre, efectivo a partir del 1 de agosto de 2025. Según explicó, la decisión fue tomada tras un análisis exhaustivo de la seguridad nacional.
En una publicación en su plataforma Truth Social, Trump afirmó:
“El cobre es esencial para la producción de semiconductores, aviones, barcos, municiones, centros de datos, baterías de iones de litio, sistemas de radar, sistemas de defensa antimisiles e incluso armas hipersónicas, que estamos fabricando en grandes cantidades.”
Aseguró que la fuerte dependencia del cobre extranjero representa una amenaza directa para la seguridad de Estados Unidos, por lo que resulta imperativo fomentar la producción nacional de este recurso crítico.
Reacción inmediata de los mercados
Los mercados reaccionaron de inmediato ante el anuncio. Los futuros del cobre en la Bolsa Comex (símbolo HG=F) subieron un 2,76 %, alcanzando niveles históricos.
Expertos señalaron que el alza se debe al temor de interrupciones en la cadena de suministro y al aumento de los costos de importación. Estados Unidos importa gran parte de su cobre de países como Chile, Perú y México. Con el nuevo arancel, se prevé un impacto significativo en industrias que dependen de este metal.
Además, algunos economistas advirtieron sobre posibles represalias comerciales por parte de los países exportadores de cobre, lo que podría intensificar las tensiones en el comercio internacional.
Impacto potencial en sectores estratégicos
El cobre es un insumo fundamental en numerosos sectores estratégicos. En tecnología, se utiliza en la fabricación de circuitos electrónicos, cables y conectores. En el sector energético, es clave en la producción de turbinas eólicas, paneles solares y redes eléctricas. En defensa, se requiere para la fabricación de municiones, sistemas de comunicación, radares y armamento avanzado.
La nueva medida podría aumentar los costos de producción en estas industrias. Las empresas que dependen del cobre importado deberán adaptar sus cadenas de suministro o trasladar los sobrecostos al consumidor final, lo que podría ejercer presión sobre la inflación.
No obstante, algunos analistas consideran que, a mediano y largo plazo, la medida impulsará la inversión en producción nacional. El aumento del precio de las importaciones haría más rentable extraer y procesar cobre dentro del territorio estadounidense.
Una política alineada con el proteccionismo económico
Esta decisión se enmarca dentro de una estrategia más amplia de política comercial proteccionista promovida por la administración Trump. Su objetivo es devolver la producción industrial al país y fortalecer la base manufacturera nacional.
Durante su anterior mandato, Trump ya había impuesto aranceles sobre el acero, el aluminio, productos provenientes de China y bienes de consumo, siempre bajo la justificación de proteger la seguridad económica y nacional.
La atención especial al acceso seguro a materias primas estratégicas también refleja la intención de reducir la dependencia de potencias competidoras como China, que domina muchas cadenas de suministro globales. Según Trump, esa dependencia debilita la posición de Estados Unidos ante posibles crisis geopolíticas.
Conclusión
La imposición de un arancel del 50 % al cobre representa una decisión estratégica audaz con potenciales beneficios a largo plazo en términos de seguridad nacional e independencia industrial. Sin embargo, también conlleva riesgos económicos y tensiones comerciales en el corto plazo.
En las próximas semanas, se observarán con mayor claridad los efectos económicos y geopolíticos de esta medida sobre Estados Unidos y el comercio global en general.