Asesores del gobierno chino proponen elevar el consumo de los hogares al 50 % del PIB para reducir la dependencia de las exportaciones y la inversión estatal.
Ante el aumento de las tensiones comerciales y la presión deflacionaria, asesores del gobierno chino instan a convertir el consumo de los hogares en un pilar clave del crecimiento económico en el próximo plan quinquenal del país. El objetivo: aumentar su participación al 50 % del PIB, disminuyendo así la dependencia del modelo basado en la inversión financiada con deuda y las exportaciones.
La necesidad de redefinir el modelo económico chino
Durante décadas, el crecimiento económico de China se ha sustentado principalmente en la inversión estatal a gran escala y en una estrategia fuertemente orientada a la exportación. Si bien este modelo ha generado un rápido desarrollo, también ha expuesto a la economía china a riesgos externos y tensiones comerciales internacionales.
Actualmente, los expertos subrayan la necesidad urgente de reequilibrar este modelo promoviendo el consumo interno. La participación actual del consumo de los hogares en el PIB es de aproximadamente el 40 %, muy por debajo del promedio de la OCDE (54 %). Elevar esta proporción al 50 % es visto como un paso crucial hacia una economía más resiliente y equilibrada.
El 15.º Plan Quinquenal: una oportunidad estratégica
China está preparando su 15.º Plan Quinquenal, un documento que definirá las prioridades nacionales hasta el año 2030. Se espera que este plan otorgue mayor protagonismo al impulso del consumo interno, aunque probablemente sin establecer objetivos numéricos estrictos.
Las propuestas incluyen fortalecer los sistemas de bienestar social, reformar el sistema de registro interno (hukou) —culpado de agravar las desigualdades urbano-rurales—, así como reformar el sistema tributario para redistribuir el ingreso hacia los sectores con menor poder adquisitivo, que tienen una mayor propensión al consumo.
Estas medidas buscan aumentar la capacidad de gasto de las familias y sentar las bases de un modelo de crecimiento basado en la demanda interna.
Obstáculos estructurales y económicos
Aumentar la proporción del consumo de los hogares en el PIB no es tarea sencilla. El principal desafío radica en transferir recursos del sector público y corporativo hacia los hogares, algo que podría ralentizar el crecimiento a corto plazo.
A esto se suman problemas como el exceso de capacidad industrial, la deflación en el sector manufacturero y la creciente inestabilidad en el empleo y los ingresos. Los analistas citan el ejemplo de Japón, cuya participación del consumo en el PIB subió del 50 % en 1991 al 58 % dos décadas después, lo cual demuestra lo compleja y lenta que puede ser esta transformación.
Ventajas de un modelo orientado al consumo
Apostar por una economía impulsada por el consumo interno podría reducir la dependencia de China de los mercados internacionales y hacerla más resistente ante choques globales.
Un mayor consumo doméstico favorecería la expansión del sector servicios, la creación de empleos y la mejora de los ingresos familiares. Así, se construiría una base sólida para un crecimiento económico más inclusivo y sostenible.
Conclusión: reformas como condición para la transformación
A pesar de los desafíos, los expertos consideran que el 15.º Plan Quinquenal representa una oportunidad histórica para rediseñar el modelo económico chino. Esta transición exigirá reformas estructurales en materia de protección social, políticas fiscales y reducción de las desigualdades.
Si el gobierno chino logra implementar eficazmente estas reformas, podrá avanzar hacia un modelo de crecimiento más equilibrado, sostenible y centrado en el bienestar de los hogares. Los próximos años serán decisivos para materializar esta transformación.